Un arma de dos filos, una dualidad en la interpretación de las emociones más profundas como motor de la inspiración artística y la importancia de saber vulnerarnos sin perdernos en el intento.

Un arma de dos filos, una dualidad en la interpretación de las emociones más profundas como motor de la inspiración artística y la importancia de saber vulnerarnos sin perdernos en el intento.
¿Qué tanto nos define el abrumador deseo por cumplir un sueño en específico? Tal vez si modificáramos nuestra interpretación del intento, podríamos encontrar una libertad que nos transforme e incluso modifique la concepción de nuestro deseo.
¿Por qué creamos? Muchas veces he sentido que mi mejor inspiración nace de mi peor dolor. ¿Será que el arte es un mecanismo de defensa? ¿Puede también el arte que creamos, desgarrar aún más la herida? ¿Por qué creamos? Me pregunto de nuevo.